Si ibamos a hacer una nueva versión debería hacerla Clint Eastwood. Y yo dije que de ninguna manera esto iba a suceder y un par de meses después de eso me dijeron "¿Sabes qué? Tenemos una reunión con Clint Eastwood", así que mi madre y yo nos subimos a un avión a la mañana siguiente. Estábamos muy nerviosos. Era tan elegante, tan encantador e ingenioso... y yo estaba tan impresionada.

Amar a Michelle Obama no fue una elección. Fue algo que surgió de forma natural, por cómo se comportaba. La manera en como se parecía a nosotros y como se movía en espacios en los que, como negros estadounidenses, no estábamos precisamente destinados a estar, ella parecía muy poderosa. Cuando la conocí, me sentí abrazada por esa mujer cariñosa, regia y segura de sí misma. Poseía una calma tranquilizadora en la ceremonia histórica de la primera inauguración del Presidente Obama.

Gracias por todo lo que has sacrificado para mejorar las vidas de otros seres humanos.

Mientras no haya un mosaico de perspectivas procedentes de diferentes etnias detrás del objetivo, seguiremos teniendo un enfoque y una visión estrechos de cómo es el mundo en realidad. Por eso quise trabajar con Tyler Mitchell, el brillante fotógrafo de 23 años.

Me hace pensar en una cita de Basquiat que leí en alguna parte, decía: "No pienso en arte cuando estoy trabajando. Intento pensar en la vida".